Hoy, su fiesta


“Quiero amar a María como Tú la amas,
y quiero amar a los hombres,
sobre todo a los pecadores,
con tu mismo amor, hasta la locura.”


El 4 de septiembre de 1929 a las cuatro de la tarde Dina Bélanger, religiosa de Jesús María, abandonaba este mundo y pasaba a vivir plenamente, para siempre junto al Padre.

Conoció los amorosos cuidados familiares, conoció el reconocimiento como artista, pero lo que marcó su vida para siempre fue conocer íntimamente a Dios en la profundidad de su corazón, gracia que la hizo sensible a su Voluntad, obediente a su querer y transparente a su divinidad.

Gracias Madre Dina por acercarnos la felicidad desde su obediencia, desde tu entrega generosa, desde tu sí permanente.

Gracias por buscar realizar la Voluntad de Dios y pertenecer así a Jesús María compartiendo con nosotros el carisma de Santa Claudina. Hoy sos nuestro orgullo y nuestro tesoro.

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